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Nota de prensa
Terminal 2 Aeropuerto Madrid Barajas – Noviembre de 2009
Desde hace casi un siglo, los occidentales hemos ido perdiendo paulatinamente el contacto con la naturaleza y con ello hemos ido olvidando que sobre nuestras cabezas brilla un firmamento al que prácticamente hemos dejado de mirar.
Fruto de la observación de la bóveda celeste y del contacto que el hombre mantuvo con la naturaleza durante milenios, surgen tanto en oriente como en occidente los horóscopos como una guía y un recurso para la vida. En occidente, basándose en el recorrido anual del sol por cada constelación zodiacal y en oriente en los ciclos lunares, asociando cada signo a un animal sagrado, exceptuando al dragón, animal mitológico.
Es mi intención en esta exposición, la de recordar con estas veinticuatro cajas de horóscopos, que seguimos formando parte de la naturaleza y que las estrellas, aunque lejanas, también constituyen la esencia de la que está hecho nuestro universo: la vida.
Al final todos somos polvo de estrellas.
Clara Olivares




















